Hola, ¡soy Drialys Muñoz!
Hola, soy Drialys Muñoz y esta es mi historia…
Nací en Matanzas, Cuba un 20 de enero de 1977. Desde muy pequeña amaba hablar en público, cantar, tocar flauta, bailar y ayudar al prójimo. A la edad de 10 años, mi padre tuvo que salir del país rumbo a los Estados Unidos. En ese momento, mi mamá, muy joven, mi hermana y yo nos quedamos solas en un país tan carente de oportunidades y bienestar, pero repleto de amor familiar: el motor para salir adelante. Yo me convertí en la cabeza de la casa. Eso me ayudó a forjar una personalidad fuerte, luchadora y muy perseverante. A los 14 años me mandaron a estudiar becada en una escuela tipo internado, donde tuve que dejar a mi familia y mi casa. Allí estuve hasta mis 17 años.
Me gradué con la esperanza de ser cantante, pero sabía que mi padre estaba haciendo las gestiones para sacarme del país. Fue una infancia dura, de mucha pobreza. Después de 4 meses de graduarme de la escuela, me fui a los Estados Unidos.
Llegué a Estados Unidos el 22 de diciembre de 1994. Mi padre estaba esperándome. Sufrí por dejar a mi madre, pues no sabía cuándo la volvería a ver. Pero me aventuré hacia la libertad. Empecé a estudiar inglés con muchísima dedicación. Inicié luego un curso de radio y locución, a pesar de las voces que decían que no tendría oportunidad en la radio. Yo siempre fui contra corriente, me gustaba seguir mi instinto. Y de algo estoy muy segura: la perseverancia le gana al talento y hasta a las miles de oportunidades. Luego empecé a hacer las prácticas en una radio de Miami. Entré a trabajar con una carta de recomendación de mi profesor como alumna de honor de esa escuela en una emisora FM, cosa que era muy difícil para ese entonces. Allí hice una fructífera y grandiosa carrera en la radio en español.


Fue a los 29 años, que salí de la radio, cuando empecé a trabajar de lleno con mi papá en su clínica. Yo siempre estuve conectada al mundo de la salud por él, desde que llegué a los Estados Unidos, pero no fue una prioridad hasta entonces. Ahí fui tomando experiencia sobre los seguros de salud y vida. Luego de unos años, sabía que quería crecer por mi cuenta y hacer mi nombre en este campo. Saqué todas mis licencias en 48 estados de 50 aquí en los Estados Unidos. Años más tarde, conocí a mi maravilloso esposo, Tony, con quien me casé y formé una familia llena de amor, valores, fortaleza y agradecimiento. Hoy tengo más de 3 mil clientes por todo el país. Me alié, a su vez, con Univista Insurance para prestar un servicio más completo. Asimismo, decidí formalizar mi servicio como asesora financiera. Saqué mi licencia y actualmente sigo preparándome y estudiando todos los días, pues en esta área debemos estar actualizados y preparados.
Para mí es clave no olvidar de dónde vengo, las personas que estuvieron conmigo y me apoyaron, y los momentos difíciles que pasé, pues son mis mayores maestros de vida.
Le doy gracias a Dios por esas experiencias y personas, pues no sería lo que soy si no me hubiese enfrentado a ello. Hoy en día puedo definirme como una mujer perseverante. Ese es el legado que quiero dejarle a mi hija, Melanie, mi gran amor. “No permitas que nada ni nadie te aleje de tus sueños, te debilite con sus comentarios negativos y te quite el deseo de ser lo que quieras ser.” Pues la vida es como una obra de teatro: comienza cuando se abre el telón, pero tendrá un cierre y el telón se cerrará para siempre. Sé buena persona, ama, haz las cosas con amor y persigue tus más grandes anhelos…



Nací en Matanzas, Cuba un 20 de enero de 1977. Desde muy pequeña amaba hablar en público, cantar, tocar flauta, bailar y ayudar al prójimo. A la edad de 10 años, mi padre tuvo que salir del país rumbo a los Estados Unidos. En ese momento, mi mamá, muy joven, mi hermana y yo nos quedamos solas en un país tan carente de oportunidades y bienestar, pero repleto de amor familiar: el motor para salir adelante. Yo me convertí en la cabeza de la casa. Eso me ayudó a forjar una personalidad fuerte, luchadora y muy perseverante. A los 14 años me mandaron a estudiar becada en una escuela tipo internado, donde tuve que dejar a mi familia y mi casa.
Allí estuve hasta mis 17 años. Me gradué con la esperanza de ser cantante, pero sabía que mi padre estaba haciendo las gestiones para sacarme del país. Fue una infancia dura, de mucha pobreza. Después de 4 meses de graduarme de la escuela, me fui a los Estados Unidos.
Llegué a Estados Unidos el 22 de diciembre de 1994. Mi padre estaba esperándome. Sufrí por dejar a mi madre, pues no sabía cuándo la volvería a ver. Pero me aventuré hacia la libertad. Empecé a estudiar inglés con muchísima dedicación. Inicié luego un curso de radio y locución, a pesar de las voces que decían que no tendría oportunidad en la radio. Yo siempre fui contra corriente, me gustaba seguir mi instinto. Y de algo estoy muy segura: la perseverancia le gana al talento y hasta a las miles de oportunidades. Luego empecé a hacer las prácticas en una radio de Miami. Entré a trabajar con una carta de recomendación de mi profesor como alumna de honor de esa escuela en una emisora FM, cosa que era muy difícil para ese entonces. Allí hice una fructífera y grandiosa carrera en la radio en español.
Fue a los 29 años, que salí de la radio, cuando empecé a trabajar de lleno con mi papá en su clínica. Yo siempre estuve conectada al mundo de la salud por él, desde que llegué a los Estados Unidos, pero no fue una prioridad hasta entonces. Ahí fui tomando experiencia sobre los seguros de salud y vida. Luego de unos años, sabía que quería crecer por mi cuenta y hacer mi nombre en este campo. Saqué todas mis licencias en 48 estados de 50 aquí en los Estados Unidos. Años más tarde, conocí a mi maravilloso esposo, Tony, con quien me casé y formé una familia llena de amor, valores, fortaleza y agradecimiento. Hoy tengo más de 3 mil clientes por todo el país. Me alié, a su vez, con Univista Insurance para prestar un servicio más completo. Asimismo, decidí formalizar mi servicio como asesora financiera. Saqué mi licencia y actualmente sigo preparándome y estudiando todos los días, pues en esta área debemos estar actualizados y preparados.
Para mí es clave no olvidar de dónde vengo, las personas que estuvieron conmigo y me apoyaron, y los momentos difíciles que pasé, pues son mis mayores maestros de vida.
Le doy gracias a Dios por esas experiencias y personas, pues no sería lo que soy si no me hubiese enfrentado a ello. Hoy en día puedo definirme como una mujer perseverante. Ese es el legado que quiero dejarle a mi hija, Melanie, mi gran amor. “No permitas que nada ni nadie te aleje de tus sueños, te debilite con sus comentarios negativos y te quite el deseo de ser lo que quieras ser.” Pues la vida es como una obra de teatro: comienza cuando se abre el telón, pero tendrá un cierre y el telón se cerrará para siempre. Sé buena persona, ama, haz las cosas con amor y persigue tus más grandes anhelos…


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